
Tras la muerte del reverendo, Coretta luchó por continuar su labor... Y por algo igual de importante o más: Cuidar y educar a sus cuatro hijos con el vigor de una madre y el carácter de una luchadora.
Vivió su vida con gran simplicidad y dando el ejemplo necesario para que las voces que clamaban por la justicia no se acallaran.
El cancer acabó con su vida a los 78 años.
1 comment:
Guardemos un minuto de silencio por ella. Y nunca olvidemos por lo que lucharon.
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