Un Corvette para un Milagro.

En 1968, Alan Poster- vecino del barrio neoyorquino de Queens- tuvo un duro revés, se divorció de su esposa. Para superar el trauma tomó dos decisiones: Mudarse a la zona de Chelsea y regalarse a sí mismo un capricho carísimo, un Corvette. Según los publicistas, este automovil es "sinónimo de belleza, poder, elegancia y estilo".
Poster aparcaba su Corvette en un garaje de la calle 23. Un mal día aquel coche, que se convirtió en el sustituto de su mujer, tambien desapareció y esta vez sin dejar rastro.
37 años después, Poster- vivendo en California y convertido en un empresario de éxito- recibía una llamada telefónica mientras tomaba su ducha matinal. Apresuradamente descolgó el auricular y escuchó una voz que decía: "¿ Señor Alan Poster? Tenemos una sorpresa para usted". La policía había encontrado su Corvette. En aquel instante Poster empezó a creer en los milagros.

Existe en Estados Unidos un gran número de amantes de este automovil. Conseguir uno de ellos, sobre todo si es un clásico, es hacer realidad el sueño de toda una vida. Este es el caso de Jim Cromer, de San Jose (California). Nos enseña una foto de su Corvette del 81 y nos dice: "Durante muchos años mi gran ilusión fue ser propietario de un Corvette. Por fin pude comprarlo en octubre del año pasado. Tiene 51.ooo millas pero todo en el es original, excepto la pintura. Es increible pero se conduce como si tuviera un año de antigüedad".

Foto 1- Corvette recuperado.
Foto 2- Corvette de Jim Cromer.
Foto 3- Modelo 1953.
Foto 4- Modelo 1958.
Foto 5- Modelo 1961.
Foto 6- Modelo 1979.

Sigue soñando.